Volver a conocerte.

 Cuando terminas prácticamente por descomprimirte por completo (es este post hablo de la descompresión de mi cuerpo), dejas de saber quien eres y debes volver a conocerte.

Sinceramente tantos años comprimida me dieron para demasiados años de descompresión y otros tantos de volver a conocerme, demasiados años siendo una persona que no era, demasiados siendo una completa desconocida.

Sentirte desprotegida de nuevo como si volvieras a nacer pero siendo consciente, sentí de nuevo todos los sentimientos que había tenido de pequeña pero esta vez tornaban otro sentido, la sensación llevaba u parte mala y buena a la vez, sentía demasiado miedo por ver quien era realmente pero a la vez no lo sentía por que sabia que debía de pasar por ahí para florecer de nuevo.

Es curioso que con el tiempo descubras que has sido una persona manipulable, débil, y a consecuencia de eso tuve que construirme una gran coraza que a día de hoy llevo puesta por que en cierto modo es lo único que me queda para protegerme de lo externo aunque con ello destruya a las personas que quieres. Y si tengo miedo de quitármela por completo, aun no estoy preparada para soltarla, pero se que debo hacerlo.

Aun tengo que seguir quitando capas a este cuerpo, como bien dije he vivido durante muchos años cargándome de capas y capas para no sufrir, recuerdo la primera capa como si fuera hoy mismo, fue con 7 años, cuando presencie la primera paliza que recibo mi madre, y así he continuado hasta pasaos los 30.

Me conozco bastante bien y se que soy bastante intensa, pero también se que aun soy una muñeca rota que tiene que reconstruirse, que tiene que volver a andar, que tiene que dirigir las riendas de su vida, SU VIDA.

He tenido que vivir la vida que mucha gente quiso para mi, primero la que mi madre quería que viviera, una persona ermitaña y dedicada a trabajar a su casa y a su familia, no había tempo para el disfrute, ¿y que es lo que haces cuando te prohíben cosas?, ¡Exacto! Las haces.

Segundo la que una pareja narcisista quería que vivera, la vida de  una mujer confundida, pequeña, viviendo a su merced, asustada y sin voz, adormecida con drogas, tantas que perdí el sentido de mi cuerpo e incluso el de mi alma.

He perdido muchas parejas por pura protección propia, y he dejado muchas atrás por que siempre elegía el mismo tipo de relaciones y personas, estaba tan acostumbrada a que me trataran mal que daba por normalizado el hecho de que lo hicieran. 

Creo que todo llega cuando uno mismo esta preparado, que uno mismo ha de darse cuenta de cuando esta preparado para recibir lo que algún día le falto. Y no es hasta ese momento de vulnerabilidad cuando los engranajes vuelven a sincronizarse y volver a rodar como siempre debería de haber hecho.

Siempre he pensado que he estado desajustada, sentía que no era yo la que actuaba, la que hacia o decía, no podía ser que alguien tan pequeño y menudo tuviese tantísima rabia e ira contenida, perder los papeles fácilmente y convertirse en una verdadera déspota y tirana, siempre supe que esa no era yo aunque muchas veces me hicieron creer que si.

Que estoy traumada, es un hecho, que estoy tarada, también, pero en esta vida, todo tiene solución, menos la muerte.

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